domingo, 10 de marzo de 2019

Corazón de linterna.

Con la linterna que alumbra el camino,
recorres el mundo con un calor alpino,
en el pecho, en la cabeza, en el cuerpo,
un ardor eterno, sombrío y frío contigo.

Es acompañante y conciencia para ver señales,
para saber si debes cambiar las pilas antes,
si debes mirar a un lado o a otro del valle,
si debes quedarte a oscuras por unos instantes.

Es compañero y tormento del sentido común,
sin pensar las necesidades del viaje,
en el impacto mental y físico, en el bagaje,
o en las consecuencias.

Es enemigo y amigo del pensamiento,
provocando confusiones no tan triviales,
expresando distintas intensidades,
y distintas carencias.

Es maestro y alumno, en este día
al caminar el continuo aprendizaje,
al leer y escuchar sus mensajes
al apagar y encender la vida.

La linterna puede alumbrar,
la búsqueda interior,
la expresión exterior,
las decisiones para darle salida,
esas ideas sin palabras,
esos principios sin acciones.

Tú y tu linterna, tú y tu corazón.