martes, 4 de octubre de 2011

Me he perdido.

Creo que me he perdido,

pienso cosas sin sentido,

escribo y plasmo todo lo que digo,

pero sigo sin sentirme vivo.


No estoy triste, ni deprimido,

tengo mi cuerpo comprimido,

continúo siendo un crío de diecinueve,

que se ilusiona como un niño de nueve.


Me cuesta encontrarme agusto,

sobre todo cuando llueve,

no pienso avanzar un lustro,

sin que aparezcas, sin verte.


La luz, el sol,

mi cruz, mi amor,

el cielo, el infierno,

mi alma, mi dama...


¡Encuéntrame! y tráeme de vuelta,

aunque se que volver cuerdo

al alguien que esta loco, es mal consuelo

y cuento con que eso cuesta.


Entonces no me traigas de nuevo,

déjame enloquecer y crecer

sin saber donde me encuentro,

aunque creo que eso ya lo se.


Estoy en medio de un mundo,

en el que a la lluvia le pusiste un punto,

y final; y la verdad me alegró

pase sin quererlo a una situación mejor.


Ahora estoy nervioso, tengo miedo,

aunque sepa que malo no hay nada,

ya me he encontrado, quieto

en tu cama, soy un espía debajo de tus sabanas.


Creo que no me he perdido,

he estado toda mi vida sentado,

esperando hasta que has aparecido

y fíjate hasta donde me has llevado.


Estoy sonriente, y feliz,

gracias a tenerte cerca,

tú haces que yo solo me crezca

nada sería igual sin ti.


Ya no me cuesta estar bien,

quien me lo iba a decir,

encontré lo mas bello,

un gran interior,

con una suave piel,

todo ello para dejarme sentir.


Esto tan grande,

en lo que me has convertido,

no quiero volver, sin pensarme,

sin dejarte claro,

que te quiero conmigo.