miércoles, 12 de octubre de 2011

Quisiera poder decir.

    Quisiera poder decir que soy parte de esto que te esta sucediendo. También, sentirme dentro de ello, complemento de aquello que te hace ser. Pero no puedo.
Quisiera poder decir que te afecto, que tengo efecto en todo tu entorno, en ti. También en tus cosas, en tu mundo, en tus sueños... en tu vida. Pero no puedo.
Quisiera poder decir que tu y yo somos uno, que estamos unidos de la mano. También que tenemos cosas en común, vidas semejantes, iguales... parecidas. Pero no puedo.
No puedo decir mucho. Solo que nos quedan trocitos de existencia, trocitos que hace tiempo fueron uno. Que en su momento, fueron algo, fueron alguien que lleno y consiguió cambiar vidas.
Momentos perdidos en un mundo donde el dictador que manda sobre ellos se llama Tiempo, donde su ley de aprendizaje es dura... donde sus ordenes son claras: Sigue adelante, pase lo que pase... yo no te voy a esperar.

martes, 4 de octubre de 2011

Me he perdido.

Creo que me he perdido,

pienso cosas sin sentido,

escribo y plasmo todo lo que digo,

pero sigo sin sentirme vivo.


No estoy triste, ni deprimido,

tengo mi cuerpo comprimido,

continúo siendo un crío de diecinueve,

que se ilusiona como un niño de nueve.


Me cuesta encontrarme agusto,

sobre todo cuando llueve,

no pienso avanzar un lustro,

sin que aparezcas, sin verte.


La luz, el sol,

mi cruz, mi amor,

el cielo, el infierno,

mi alma, mi dama...


¡Encuéntrame! y tráeme de vuelta,

aunque se que volver cuerdo

al alguien que esta loco, es mal consuelo

y cuento con que eso cuesta.


Entonces no me traigas de nuevo,

déjame enloquecer y crecer

sin saber donde me encuentro,

aunque creo que eso ya lo se.


Estoy en medio de un mundo,

en el que a la lluvia le pusiste un punto,

y final; y la verdad me alegró

pase sin quererlo a una situación mejor.


Ahora estoy nervioso, tengo miedo,

aunque sepa que malo no hay nada,

ya me he encontrado, quieto

en tu cama, soy un espía debajo de tus sabanas.


Creo que no me he perdido,

he estado toda mi vida sentado,

esperando hasta que has aparecido

y fíjate hasta donde me has llevado.


Estoy sonriente, y feliz,

gracias a tenerte cerca,

tú haces que yo solo me crezca

nada sería igual sin ti.


Ya no me cuesta estar bien,

quien me lo iba a decir,

encontré lo mas bello,

un gran interior,

con una suave piel,

todo ello para dejarme sentir.


Esto tan grande,

en lo que me has convertido,

no quiero volver, sin pensarme,

sin dejarte claro,

que te quiero conmigo.